Cómo arreglar un cierre que se salió de un lado

Cómo arreglar un cierre que se salió de un lado

Si tienes un cierre que se ha salido de un lado, no te preocupes, es un problema común que se puede solucionar fácilmente. En este artículo, te explicaremos paso a paso cómo arreglar un cierre que se salió de un lado con dos métodos: usando alicates o un clip.

Soluciona un cierre desprendido con un clip de papel

¿Se te ha salido el cierre de tu ropa y no sabes cómo arreglarlo? No te preocupes, con un simple clip de papel puedes solucionarlo en unos minutos. Aquí te explicamos paso a paso cómo hacerlo:

  1. Desliza el clip de papel en la ranura del cierre: Coge un clip de papel y deslízalo en la ranura del cierre donde faltaba el tirador. Asegúrate de que el clip quede bien sujeto y no se salga.
  2. Dobla los extremos del clip: Una vez que el clip esté en su sitio, dobla los extremos hacia fuera para que formen un gancho. Esto creará un nuevo tirador que podrás utilizar para subir y bajar el cierre.
  3. Sube y baja el clip: Agarra el gancho que has creado con los extremos doblados del clip y comienza a subir y bajar el cierre. El clip enganchará los dientes del cierre y te permitirá moverlo con facilidad.
  4. Asegúrate de que el cierre está bien sujeto: Después de subir y bajar el cierre varias veces, asegúrate de que el clip está bien sujeto y no se sale de la ranura. Si es necesario, ajusta los extremos doblados para conseguir un ajuste más seguro.
  5. Disfruta de tu cierre arreglado: ¡Ya tienes tu cierre arreglado! Ahora puedes utilizar el clip de papel como tirador para subir y bajar el cierre sin problemas.

Este método es rápido, fácil y eficaz para arreglar un cierre desprendido. Es una solución temporal, pero te permitirá seguir utilizando la prenda hasta que puedas reemplazar el tirador original.

Utiliza una aguja e hilo para volver a colocar el cierre

Este método es útil cuando el cierre se ha salido de un solo lado y aún tienes la pieza del tope. Necesitarás una aguja de coser, hilo del mismo color que el cierre y unas pinzas.

1. Encuentra el tope del cierre. Suele ser una pequeña pieza metálica o de plástico que se desliza sobre los dientes del cierre para mantenerlo cerrado. Si no puedes encontrar el tope, puedes intentar utilizar un clip o un trozo de alambre doblado para sustituirlo.

2. Enhebra la aguja con el hilo. Haz un nudo en el extremo del hilo para evitar que se salga de la aguja.

3. Coloca el tope del cierre en su sitio. Desliza el tope sobre los dientes del cierre, justo donde se salió. Sujeta el tope con unas pinzas.

4. Coloca la aguja en la parte posterior del cierre. Introduce la aguja en la parte posterior del cierre, justo por debajo de donde se salió. Tira del hilo para que pase por el cierre.

5. Pasa la aguja por el tope del cierre. Introduce la aguja en el tope del cierre, justo por encima de donde se salió. Tira del hilo para que pase por el tope.

6. Pasa la aguja por la parte delantera del cierre. Introduce la aguja en la parte delantera del cierre, justo por encima de donde se salió. Tira del hilo para que pase por el cierre.

7. Pasa la aguja por el tope del cierre nuevamente. Introduce la aguja en el tope del cierre, justo por debajo de donde se salió. Tira del hilo para que pase por el tope.

8. Anuda el hilo. Introduce la aguja en el lazo del hilo y tira del hilo para hacer un nudo. Corta el exceso de hilo.

9. Prueba el cierre. Cierra y abre el cierre para asegurarte de que funciona correctamente.

Reemplaza el deslizador del cierre con una cremallera de repuesto

Reemplazar el deslizador del cierre con una cremallera de repuesto es una solución rápida y sencilla para un cierre que se ha salido de un lado. Este método funciona mejor para cierres de dientes de metal o plástico, ya que los cierres de bobina pueden ser más difíciles de reparar. Para comenzar, necesitarás una cremallera de repuesto del mismo tamaño y tipo que la original. También necesitarás un par de alicates de punta fina o un destornillador pequeño.

El primer paso es quitar el tope del cierre. Esto suele hacerse sacando el tope con unas pinzas o un destornillador. Una vez que el tope esté retirado, podrás deslizar el deslizador del cierre fuera de los dientes. Ahora, toma la cremallera de repuesto y desliza el deslizador sobre los dientes del lado dañado del cierre. Asegúrate de que el deslizador esté orientado correctamente, con la parte inferior hacia los dientes.

Después, desliza el tope del cierre sobre el extremo del deslizador. Tendrás que apretar un poco el tope para mantenerlo en su lugar. Asegúrate de que el tope esté bien sujeto, ya que evitará que el deslizador se salga de los dientes. Por último, prueba el cierre para asegurarte de que funciona correctamente. Si el cierre sigue saliéndose, es posible que tengas que ajustar la tensión de la cremallera. Esto se puede hacer apretando o aflojando el tornillo de tensión situado en la parte inferior del deslizador.

Arregla un cierre atascado con aceite o vaselina

Los cierres son sujetadores convenientes y versátiles, pero incluso los mejores pueden atascarse de vez en cuando. Cuando esto ocurre, puede ser frustrante y hacer que la prenda sea inutilizable. Afortunadamente, existen formas sencillas y efectivas de arreglar un cierre atascado sin tener que recurrir a un costoso reparador.

Uno de los métodos más comunes y eficaces para arreglar un cierre atascado es utilizar aceite o vaselina. Estos lubricantes ayudan a reducir la fricción entre los dientes del cierre, lo que permite que se deslicen fácilmente de nuevo en su lugar.

Para utilizar este método, necesitarás un paño limpio, un poco de aceite o vaselina y un par de pinzas (opcional).

Pasos para arreglar un cierre atascado con aceite o vaselina:

  1. Limpia el cierre: Utiliza un paño limpio para eliminar cualquier suciedad o residuo que pueda estar impidiendo que el cierre se deslice correctamente.

  2. Aplica el lubricante: Aplica una pequeña cantidad de aceite o vaselina a los dientes del cierre. Puedes utilizar un hisopo de algodón o un paño para distribuirlo uniformemente.

  3. Mueve el cierre: Intenta mover el cierre suavemente hacia arriba y hacia abajo unas cuantas veces para distribuir el lubricante. Si el cierre está muy atascado, puedes utilizar un par de pinzas para aplicar una presión adicional.

  4. Trabaja gradualmente: Continúa moviendo el cierre hacia arriba y hacia abajo, aplicando más lubricante según sea necesario. Ten paciencia y no fuerces el cierre, ya que podrías dañar los dientes o el tejido que lo rodea.

  5. Limpia el exceso de lubricante: Una vez que el cierre se deslice suavemente, utiliza un paño limpio para eliminar cualquier exceso de aceite o vaselina. Esto evitará que se acumule suciedad y residuos en el futuro.

  6. Prueba el cierre: Abre y cierra el cierre varias veces para asegurarte de que funciona correctamente. Si todavía está atascado, repite el proceso hasta que se deslice sin problemas.

  7. Lubrica regularmente: Para evitar que el cierre se vuelva a atascar, considera lubricarlo regularmente con unas gotas de aceite o vaselina. Esto ayudará a mantenerlo funcionando sin problemas durante más tiempo.

Previene cierres desprendidos con mantenimiento regular

La prevención es siempre mejor que el remedio. Aquí tienes algunos consejos para evitar que los cierres se desprendan en primer lugar:

  1. Evita sobrecargar los cierres: Los cierres están diseñados para soportar una cierta cantidad de peso. No los sobrecargues con artículos pesados o voluminosos.
  2. Lubrica los cierres regularmente: La lubricación reduce la fricción y ayuda a que los cierres funcionen sin problemas. Utiliza un lubricante de silicona o un lubricante especial para cierres.
  3. Inspecciona los cierres regularmente: Revisa los cierres en busca de signos de desgaste o daño. Si ves algún problema, repáralo o reemplaza el cierre antes de que se desprenda.
  4. Limpia los cierres regularmente: La acumulación de suciedad y polvo puede hacer que los cierres funcionen mal. Límpialos con un paño húmedo o un cepillo suave.
  5. Evita enganchar los cierres: Ten cuidado de no enganchar los cierres en la ropa u otros objetos. Esto puede dañar los cierres.
  6. Almacenar las prendas con cierres adecuadamente: Cuando almacenes prendas con cierres, abróchalos para evitar que se enganchen o dañen.
  7. Reemplaza los cierres desgastados: Si un cierre está muy desgastado o dañado, reemplázalo por uno nuevo. Esto evitará que el cierre se desprenda y dañe la prenda.

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